Inventar

Aforismo

Inventar es el arte de mentir con tanta convicción que el universo decide creerte.


Crónica
En el taller del barrio, donde las herramientas conversan por las noches, un anciano de dedos torcidos por el tiempo afirmaba haber inventado el primer martillo que no necesitaba clavos. Nadie le creyó, hasta que el tejado se sostuvo en el aire por pura voluntad de su relato.


Cuento
En un mundo sin recuerdos, las personas despertaban cada día con la misión de inventarse una historia. Quien olvidaba hacerlo, se desvanecía. Un niño, harto de fingir, decidió inventar el olvido. Desde entonces, nadie volvió a desaparecer.


Diálogo
—¿Y si lo que ves no existe?
—Entonces lo invento.
—¿Y si ya está inventado?
—Lo reinvento.
—¿Y si no puedes?
—Entonces me invento a mí mismo como alguien que puede.


Elegía
Lloro por la imaginación que se marchó con los viejos dioses, por el fuego que no supimos reinventar, por el lenguaje muerto de los sueños no escritos.


Ensayo breve
Inventar no es crear de la nada, sino convocar lo oculto. El inventor no construye, revela. A diferencia del descubridor, que encuentra lo que ya estaba, el inventor hace que algo comience a estar. Su acto es un exilio voluntario del presente hacia un futuro que nadie le pidió.


Epístola
Querida hija,
Te escribo desde el borde de una idea aún sin forma. Hoy he intentado inventar una palabra para describir la ternura que siento al recordarte. He fracasado, y sin embargo, en ese fracaso te encuentro más nítida. Quizás inventar sea eso: buscar lo que no se puede nombrar.


Fábula
Un espejo cansado de reflejar decidió inventar su propio rostro. Se volvió opaco, dejó de mostrar y comenzó a imaginar. Desde entonces, los viajeros que lo miran no ven su imagen, sino lo que anhelan ser. Moraleja: quien inventa, transforma el reflejo en promesa.


Hipérbole
Inventó una palabra tan poderosa que al pronunciarla el mundo se reescribió en tres segundos y el tiempo se arrodilló ante su voz.


Leyenda
Cuentan que bajo la montaña duerme un dios olvidado que inventó el primer atardecer al cerrar los ojos. Desde entonces, cada ocaso es una ofrenda para que no despierte.


Metáfora
Inventar es encender un fósforo en el cráneo y esperar que el incendio revele el mapa del alma.


Microrrelato
Inventó un botón para detener el dolor. Lo presionó. Todo se detuvo, incluso él.


Monólogo interno
¿Qué hago aquí con estas manos vacías? ¿Qué me queda sino inventar una esperanza, una excusa, una mentira con forma de mañana? Si no puedo caminar hacia afuera, al menos caminaré hacia dentro, donde aún no todo está dicho.


Poesía
Nací sin nombre,
por eso invento los míos
como quien teje abrigo
con piel de sombra.
La palabra es mi refugio,
y cada verbo, una antorcha
contra la noche.


Poema en prosa
Inventar es abrazar la niebla y darle forma de catedral. Es sembrar relojes en el pecho de una estatua, susurrarle un deseo y verla latir. Es robarle una lágrima al futuro y beberla en copa de papel.


Relato epistolar
Querido desconocido:
He inventado tu existencia para no estar sola. Te escribo cada día, aunque sé que no hay buzón que recoja mis cartas. Pero también sé que, si alguna vez apareces, llevarás mi voz tatuada en los párpados.


Texto filosófico
El acto de inventar niega el determinismo. Donde la necesidad rige, el invento irrumpe. Su esencia es la libertad radical: no lo que debe ser, sino lo que podría ser. El inventor es un hereje del presente, un profeta de lo imposible.


Fragmento onírico
Una ciudad sin calles se me reveló anoche. Flotaban los edificios como peces dormidos. Un anciano me ofreció un mapa hecho de música. “Esto no existe”, dije. “Por eso estás aquí”, respondió.


Prosopopeya
La imaginación, harta de ser ignorada, descendió una tarde y se encarnó en una niña. Jugaba con barro, pero lo llamaba “universo”. Desde entonces, el mundo la observa con cautela, temiendo ser reinventado.


Parábola
Un niño encontró una piedra y la llamó “ave”. Todos se rieron. Pero cuando el viento sopló, la piedra voló. El niño no se sorprendió. Había inventado primero el vuelo, luego la fe.


Alegoría
En el reino del Silencio, el único castigo era imaginar. Quien soñaba, era encadenado. Un día, un prisionero inventó el sonido. Nadie lo oyó. Pero todos comenzaron a recordar melodías que nunca habían escuchado.


Cápsula poética
Inventar:
sembrar fuego
en tierra de espejos
y cosechar lluvia
en un cuenco invisible.


Epifanía literaria
Descubrí que todo lo que amo no existe. Entonces comprendí: lo he inventado. Por eso lo amo.


Texto metatextual
Este texto se inventa a sí mismo mientras lo lees. Cada palabra que crees entender es una trampa que disfraza su origen: la nada. Y sin embargo, aquí está, fingiendo haber nacido contigo.


Texto hermético
Inventar es rasgar el pliegue número trece del verbo sumergido, donde el signo se niega y florece en la sima.


Viaje interior
Caminé por mis ruinas interiores buscando algo que no existía. Al no hallarlo, lo inventé. Desde entonces, cada paso es recuerdo de algo que nunca fue, pero me sostiene.


Ensayo fragmentado
I. Inventar: desafiar la gravedad de lo real.
II. Cada objeto tiene un doble que aún no ha sido pensado.
III. ¿Y si el fuego fue primero una palabra?
IV. El origen es siempre una invención retroactiva.
V. El presente es la ficción más persistente.


Cuento especulativo
En el año 2389, los humanos perdieron la capacidad de imaginar. Se contrató a inteligencias artificiales para inventar emociones, recuerdos, incluso historias personales. Un androide se rebeló: quiso inventarse un alma. Y en el proceso, descubrió la tristeza.


Lírica dramática
(Inventa, en el escenario vacío, un personaje que no existe)

VOZ:
¿Quién soy, si no fui escrito?
¿Quién me sostiene, si no hay autor?
¡Dadme un verbo, una causa, una lágrima!
Seré lo que me nombre… o no seré.


Descripción evocativa
Un cuarto oscuro, con muebles cubiertos de sábanas que parecen fantasmas dormidos. En el centro, un escritorio con papeles en blanco. Y sobre ellos, un lápiz mordido en la punta, como si alguien hubiera intentado inventarse a sí mismo antes de desaparecer.


Texto apocalíptico
Cuando se agotaron todas las ideas, el mundo se detuvo. Ya no nacían palabras, ni sueños, ni errores nuevos. El Apocalipsis no fue fuego ni juicio: fue la imposibilidad de inventar una salida.


Oráculo
Inventarás el nombre que falta. Y con él, cambiarás la sustancia de lo real. Guarda silencio hasta entonces, y cuando lo digas, asegúrate de olvidarlo. Solo así será eterno.