Aforismo
La adolescencia es la fiebre necesaria del alma antes de que el cuerpo se enfríe para siempre.
Crónica
Eran las siete de la tarde y en la plaza los adolescentes se congregaban como si estuvieran a punto de inventar el mundo. Se reían, se tocaban el cabello, se lanzaban miradas cargadas de algo que no entendían del todo. Nadie hablaba del futuro. Lo único real era el ahora, ese instante eléctrico que los adultos siempre olvidan.
Cuento
Lucía tenía dieciséis años y un cuaderno escondido bajo la cama. Escribía en él los nombres de quienes la miraban como si no existiera. Un día, al leer una página en voz alta, los nombres comenzaron a responder. Desde entonces, nadie volvió a mirarla igual.
Diálogo
—¿Por qué lloras, hijo?
—No sé. A veces me siento como si flotara en un mar que cambia de color sin avisar.
—Es normal. Se llama adolescencia.
—¿Y cuándo termina?
—Cuando dejas de preguntar por qué lloras.
Elegía
Oh, adolescencia, tú que moriste cuando comencé a calcular mis palabras.
Tu furia era canto y tu tristeza, revolución.
Ahora soy un eco de ti,
una sombra domesticada.
Ensayo breve
La adolescencia no es una etapa: es un cataclismo. No hay medida para su vértigo, ni lógica en su impulso. Se trata de un campo de batalla donde el yo intenta emerger entre ruinas. El adolescente no es un ser incompleto, sino una versión pura de la incertidumbre.
Epístola
Querido yo de quince años:
Sé que ahora todo duele como si fuera eterno. Te diré un secreto: no lo es. Sobrevivirás a cada mirada rota, a cada silencio. Solo prométeme que seguirás escribiendo, aunque no sepas por qué.
Fábula
Una oruga adolescente decidió no convertirse en mariposa. “Prefiero la duda a la certeza”, dijo. Se arrastró por el mundo sintiendo cada hoja como un universo. Al final, su capullo floreció dentro de otro.
Hipérbole
Sentía tanto que cuando lloraba, el cielo se nublaba durante días y el viento se enredaba en su pelo como si quisiera consolarlo.
Leyenda
En un valle olvidado, los adolescentes no crecen. Allí, cada emoción se convierte en piedra preciosa. Por eso los forasteros viajan para mirar sus ojos, donde aún brilla lo que el mundo les arrebató.
Metáfora
La adolescencia es un incendio sin causa aparente, pero con cenizas que perduran para siempre.
Microrrelato
Descubrió que al besar sentía vértigo. Entonces, saltó.
Monólogo interno
¿Por qué no me entienden? ¿Por qué grito y nadie me escucha? Hoy me miró y supe que existo, aunque solo por segundos. ¿Esto es ser yo? ¿O apenas un borrador?
Poesía
Grita el cuerpo en su carne nueva,
tiembla el alma sin mapa.
Todo arde.
Todo importa.
Todo es ahora.
Poema en prosa
La adolescencia es ese instante en que la piel se vuelve tambor y cada palabra puede ser una explosión o un refugio. Es cuando amar es una amenaza y un deseo al mismo tiempo. Nadie la sobrevive intacto.
Relato epistolar
Estimada Valentina:
He contado las veces que me miraste hoy. Han sido tres. No sabes lo que eso significa. Si un día dejo de hablar, recuerda este momento. A los quince, los silencios también sangran.
Texto filosófico
La adolescencia cuestiona la ontología del ser. Es el momento en que el individuo descubre su existencia como un campo de posibilidades, y por tanto, de angustia. El adolescente es el primer filósofo que desconoce que lo es.
Fragmento onírico
Caminaba en una ciudad líquida. Todos eran yo con distintas edades. Corría tras una versión mía que reía sin motivo. Al alcanzarla, desperté llorando.
Prosopopeya
La piel hablaba sola. Decía: “No me reconozco”. El corazón contestaba: “Yo tampoco”. Y los ojos, confundidos, veían el mundo como un espejo roto.
Parábola
Un adolescente construyó un castillo de cristal. Invitó a todos, pero nadie se atrevió a entrar. Un día lo destruyó a gritos. De los fragmentos nació una canción que todos cantaban sin saber de dónde venía.
Alegoría
Una niña despertó un día en un cuerpo ajeno. Tenía alas, pero no sabía volar. Cada emoción era una pluma arrancada. Años después, descubrió que no eran alas, sino ramas. Y comenzó a florecer.
Cápsula poética
Temblor de huesos nuevos,
inmortal en la caída.
La adolescencia no pide permiso.
Invade.
Epifanía literaria
Aquel día, cuando su mano rozó la mía sin querer, entendí que el tiempo no era recto. Había algo en su mirada que doblaba la realidad.
Texto metatextual
Este texto no sabe si quiere ser poema o grito. Tal vez por eso es adolescente: aún no ha elegido su voz.
Texto hermético
Sueño XI: "Bebí del cuenco lunar. Fui herido por la tinta del viento. Mi sombra creció y me abandonó en un rincón sin pronombres."
Viaje interior
Me senté frente al espejo. No reconocí a nadie. Cerré los ojos y encontré un bosque con mi nombre en cada árbol. Allí lloré por primera vez con libertad.
Ensayo fragmentado
I. El adolescente no necesita razones, solo intensidad.
II. Escribir a los quince es hablar con fantasmas futuros.
III. Amar entonces es una forma de exilio.
Cuento especulativo
En una sociedad futura, todos nacen adultos. Pero una rebelión secreta fabrica adolescencias artificiales en cápsulas. Dicen que ahí es donde uno realmente aprende a sentir.
Lírica dramática
(JOVEN, grita al espejo)
¡Dime quién soy!
¡Por qué esta voz me quema!
¡Por qué no soy aún lo que sueño!
(Ecos distorsionados repiten su nombre)
Descripción evocativa
La muchacha camina con torpeza elegante. Su cabello parece en guerra consigo mismo. Los ojos lanzan preguntas que nadie responde. Habla poco, pero sus silencios ensordecen.
Texto apocalíptico
Cuando los adolescentes dejaron de soñar, la Tierra perdió su atmósfera. El cielo se cerró como una herida y el futuro se volvió irrelevante.
Oráculo
“El adolescente que guarde su lágrima más pura en un frasco de sombra abrirá la puerta al nuevo lenguaje. Pero nadie sabrá leerlo sin haber llorado primero.”