Aforismo
El egocentrismo es el espejo cóncavo del alma: agranda el yo hasta que lo deforma.
Crónica
Aquel hombre caminaba por la ciudad como si cada baldosa le debiera algo. En el café, exigía atención como si fuera un emperador sin corona. Nadie le escuchaba realmente, pero él hablaba como si el mundo se callara para oírle. Murió un martes. El bar siguió lleno, las tazas siguieron vaciándose, y su nombre se perdió entre los murmullos.
Cuento
En un pueblo donde cada persona debía ceder un pensamiento diario al bien común, nació un niño que nunca compartió el suyo. Creció entre ecos de su propia voz, ignorante de los silencios ajenos. Un día, el pueblo desapareció. Solo él quedó, prisionero de su mente, condenado a repetir las mismas palabras a una audiencia de sombras.
Diálogo
—¿Por qué hablas tanto de ti?
—Porque soy lo único que conozco.
—¿Y lo que desconoces?
—No me interesa si no gira a mi alrededor.
—Entonces jamás sabrás quién eres.
Elegía
Lloro al yo que fue niño, antes de aprender a hablar de sí.
Lloro al rostro ausente en el espejo que ya solo refleja deseo.
Lloro al tú que alguna vez miré sin convertirme en su centro.
Egocentrismo, tú mataste al nosotros.
Ensayo breve
El egocentrismo es la tiranía del yo sobre el nosotros. En su ejercicio se elimina la otredad, no mediante la violencia directa, sino por omisión sistemática. El egocéntrico no niega al otro: lo ignora. Y en esa ignorancia se construye un mundo donde solo hay un trono y un reflejo: el suyo.
Epístola
Querido espejo:
Te escribo porque solo tú me entiendes. No me devuelves opiniones, no me interrumpes. Hoy me miré durante horas, buscando en mis pupilas la eternidad. Si alguna vez me pierdo, sabré que estoy contigo.
Con devoción,
Yo.
Fábula
Un pavo real se miraba tanto en el agua que no notó cómo se secaba el estanque. Los demás animales huyeron en busca de ríos. Él, convencido de su belleza, murió deshidratado frente a su reflejo. Moral: quien solo se contempla, se olvida de vivir.
Hipérbole
Su egocentrismo era tan vasto que creía que el Sol salía para iluminar sus pasos, que la lluvia lloraba cuando él estaba triste, y que las guerras se detenían cuando cerraba los ojos.
Leyenda
Cuentan que existió un hombre que deseaba tanto ser amado que encerró todos los corazones del mundo en una caja. Desde entonces, cada ser humano nace con un hueco: lo llaman ego.
Metáfora
El egocentrismo es una lámpara que solo ilumina al portador, dejando al resto en sombra perpetua.
Microrrelato
Se tatuó su rostro en el pecho. Murió abrazándose.
Monólogo interno
¿Y si no me escuchan? ¿Y si mi voz se pierde entre otras? Imposible. Soy el principio de todo pensamiento. Ellos orbitan alrededor mío. ¿No es evidente? Mírame. Mírame, maldita sea.
Poesía
He sembrado mi nombre en cada esquina,
he bebido de mi sombra hasta embriagarme,
he amado solo a quien me amaba más,
y aún así me siento solo.
Poema en prosa
Soy la figura en el centro del cuadro, la firma del autor, el trazo más grueso. Todo gira a mi alrededor: el tiempo, los gestos, las plegarias. Pero en este pedestal de soledad, hasta el eco se ha cansado de repetir mi nombre.
Relato epistolar
Estimada Humanidad:
He observado vuestro intento de existencia y he decidido daros mi consejo. Comenzad por admirarme, luego imitadme. Finalmente, rendíos. No soy un hombre. Soy el eje.
Atentamente,
El Yo.
Texto filosófico
El egocentrismo no es una elección, sino una estructura. El yo, al percibirse como sujeto, inevitablemente configura al mundo como objeto. El problema radica en olvidar que el otro también se percibe como centro. En esa colisión de egos nace la tragedia humana.
Fragmento onírico
Soñé que el mundo era un teatro y todos aplaudían cada palabra mía. Al despertar, el silencio era tan denso que sospeché haber muerto.
Prosopopeya
El ego se alzó y habló: “Todo lo que miras, todo lo que oyes, todo lo que tocas, soy yo. El universo fue creado para que yo lo contemple. Vosotros, sombras, existís para mi confirmación.”
Parábola
Un sabio construyó un palacio sin puertas ni ventanas, solo espejos. Murió sin conocer a nadie, convencido de que la humanidad le observaba con devoción.
Alegoría
Un jardín donde cada flor llevaba el rostro del jardinero. Las abejas se marcharon. El viento dejó de soplar. Pero él seguía regando, orgulloso, su reflejo en pétalos.
Cápsula poética
En el fondo del pozo,
solo su voz.
Y creyó que era el mundo.
Epifanía literaria
Descubrió que el centro del universo no era él. Pero ya era tarde: había escrito veinte autobiografías.
Texto metatextual
Este texto habla de sí mismo porque ha olvidado cómo nombrar lo otro. No es narrativa, es reflejo. No es diálogo, es eco. Es egocentrismo en forma de palabra.
Texto hermético
Yo = Σ(Yo)
Donde Yo ∉ Tú
∴ Todo = Yo
Demostración: silencios.
Viaje interior
Descendí por mi conciencia, esperando hallar raíces. Solo encontré retratos míos, colgados en las paredes del alma.
Ensayo fragmentado
I. El ego se infla cuando el otro calla.
II. Mirarse no es conocerse.
III. El yo crece como moho en el olvido del nosotros.
IV. Hablar de uno mismo: hábito y enfermedad.
V. El egocéntrico necesita audiencia más que verdad.
Cuento especulativo
En el año 3025, la humanidad fue sustituida por clones de un solo individuo. Todos pensaban igual, hablaban igual, se amaban con la misma intensidad. Al final, el planeta implosionó por exceso de ego idéntico.
Lírica dramática
—¡Miradme, oh sombras!
—¡No queremos!
—¡Entonces cerraré vuestros ojos para siempre!
Descripción evocativa
Tenía la mirada que busca su propio reflejo en los ojos ajenos. Su voz no preguntaba: declaraba. Y cuando callaba, el silencio parecía un error del universo.
Texto apocalíptico
El mundo colapsó cuando cada individuo creyó ser el centro. Las órbitas se rompieron. El lenguaje se fragmentó en monólogos. El amor murió asfixiado por los espejos.
Oráculo
“Cuando todos hablen a la vez y nadie escuche, el yo devorará al yo. Entonces nacerá el silencio absoluto.”