1. Aforismo
La alegría es la rebelión más silenciosa y la más temida por los sistemas del dolor.
2. Crónica
El día que la ciudad amaneció cantando, nadie entendía por qué. No había ferias, ni anuncios, ni milagros. Solo un murmullo alegre que se filtraba por las grietas del concreto. Algunos creyeron en una fuga de gas. Otros, en un error atmosférico. Pero los niños sabían: la alegría había decidido aparecer sin permiso.
3. Cuento
Una niña encontró una risa enterrada en su jardín. Era vieja, polvorienta, pero aún vibraba. La llevó al parque y la soltó. En segundos, los adultos dejaron de fingir ser adultos. Bailaron. Cantaron. Lloraron con los ojos abiertos. Esa noche, la risa volvió al jardín, más joven que nunca.
4. Diálogo
—¿Eso que llevas en los ojos es llanto?
—No, es alegría. Se disfraza de lágrimas cuando ya no cabe en el cuerpo.
—¿Y por qué ríes?
—Porque ya no tengo que esconderla.
5. Elegía
Te fuiste con la risa entre los dientes. No nos dejaste riquezas, ni consejos, ni certezas. Nos dejaste tu forma de reír con todo el cuerpo. Hoy, mientras te recordamos, esa risa vuelve. Y en vez de llorar, brindamos.
6. Ensayo breve
La alegría es un estado de conciencia que rompe la linealidad del tiempo. En ella, el pasado no pesa y el futuro no amenaza. La alegría no niega el dolor: lo transfigura. No se trata de euforia, sino de afirmación. Ser alegre es una decisión ontológica, no un accidente emocional.
7. Epístola
Querido S.:
Hoy amanecí con un zumbido en el pecho. Al principio pensé en ansiedad, pero era distinto: vibraba hacia afuera. Lo descubrí: era alegría. No por algo grande, sino por la manera en que el sol entraba sin pedir permiso. Solo quería compartirlo, porque sé que a veces olvidamos cómo se siente.
Con luz,
L.
8. Fábula
Un cuervo y una mariposa discutían sobre la alegría. El cuervo decía que era fugaz, y por eso inútil. La mariposa reía: “Justo por eso es sagrada.” Un viento fuerte sopló. La mariposa voló. El cuervo la buscó por días. Y cuando la encontró, no quiso soltarla.
Moraleja: La alegría es breve. Por eso hay que seguirla.
9. Hipérbole
La alegría fue tan grande que desbordó los relojes. Los árboles comenzaron a reír, las piedras cantaban nombres olvidados, y los perros caminaban con sombreros de papel. La gente no sabía qué hacer con tanto júbilo, así que lo guardaron en frascos. Y desde entonces, el mundo se ilumina cada vez que uno se rompe.
10. Leyenda
Cuenta la historia que en un valle escondido vive la Alegría en forma de anciana. Teje bufandas con hilos de oro que solo pueden verse si se ríe de corazón. A veces aparece en sueños, otras en carcajadas repentinas. Nadie sabe dónde está el valle, pero todos han estado allí al menos una vez.
11. Metáfora
La alegría es un incendio que no quema, pero ilumina todo lo que toca.
12. Microrrelato
Cuando abrió la caja que su abuela le dejó, no encontró joyas, ni cartas, ni retratos. Solo una pluma que vibraba. La risa que soltó al tocarla aún recorre los corredores de esa casa.
13. Monólogo interno
¿Por qué sonrío cuando nadie mira? ¿Por qué el corazón se me acelera al oír una canción cualquiera? ¿Es esto alegría o solo la ausencia del dolor? No lo sé. Pero no pienso apagarla.
14. Poesía
La alegría me despierta
sin manos, sin voz,
con un sol que no pide permiso,
con un temblor que no hiere.
Es viento que danza
en la piel del silencio,
y una semilla
que florece en mi sombra.
15. Poema en prosa
La alegría no entra por la puerta. Se filtra por las grietas, salta por las ventanas, se esconde entre las cucharas del desayuno. No grita, pero su eco resuena en la médula. Cuando llega, uno no sabe si reír o llorar. O ambas cosas al mismo tiempo.
16. Relato epistolar
A quien lea esta carta:
Me encontré con ella. No en un viaje, ni en un logro. Estaba en la forma en que mi hija me dijo “papá” por primera vez. Fue tan breve que casi la dejo pasar. Pero la guardé, como se guarda el pan caliente: no para siempre, pero lo suficiente para que alimente.
Con verdad,
E.
17. Texto filosófico
La alegría no es hedonismo ni fuga, sino reconocimiento del ser en plenitud. Mientras el dolor rompe la conciencia, la alegría la integra. No niega el caos: lo armoniza. Es la forma más elevada de sabiduría corpórea.
18. Fragmento onírico
Soñé con una escalera de nubes. Al subirla, cada peldaño cantaba mi nombre con una voz distinta. Cuando llegué arriba, no había nada. Y sin embargo, lloré de felicidad. Desperté con la boca llena de luz.
19. Prosopopeya
La alegría bailó sobre mi pecho con pies descalzos. Me cantó en un idioma sin vocales, me besó sin rostro. Me dijo: “No vengo para quedarme, sino para recordarte que aún puedes sentirme.”
20. Parábola
Una mujer encontró una semilla de alegría y la plantó en su jardín. Le hablaron de pestes, sequías, guerras. Pero ella regó igual. Un día floreció. No curó el mundo. Pero sus vecinos comenzaron a sembrar también.
Sigo con los textos del 21 al 32 sin interrupciones.
Continuamos ahora con los últimos 12 géneros para cerrar el ciclo completo de 32 textos inspirados en la palabra clave “Alegría”.
21. Alegoría
En el Reino de los Días Grises, nació un niño con el corazón transparente. No lloraba, no gritaba: reía. Su risa era tan luminosa que las sombras retrocedían. El rey intentó silenciarlo. Fracasó. Porque la alegría no se mata: se multiplica cuando se teme.
22. Cápsula poética
Gira el mundo
y en su giro
una chispa:
es la alegría
que no pide permiso.
23. Epifanía literaria
No fue el beso. No fue el paisaje. Fue la forma en que el viento acarició mi mejilla justo cuando dije “gracias”. Y entendí: la alegría es lo que ocurre cuando el mundo y yo coincidimos.
24. Texto metatextual
Este texto intenta describir la alegría, pero la alegría se escapa, salta entre líneas, mancha las comas, se ríe de los puntos. Al final, no hay nada escrito, solo el eco de una risa que no quiso ser explicada.
25. Texto hermético
En el vértice entre la luz y la caída, cuando el círculo no se cierra, ahí danza. No responde. No aguarda. Es. Y quien la ve, olvida que alguna vez existió la noche.
26. Viaje interior
Entré en mí con miedo a lo que encontraría. Pero tras el dolor, el eco, el pasado, encontré una niña bailando. Era yo. Me miró sin reproche, con música en los pies. Y me ofreció su mano. Acepté.
27. Ensayo fragmentado
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La alegría no se planifica: se revela.
-
No es ruido: es resonancia.
-
Está en el detalle que no se ve, pero se siente.
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No se enseña: se contagia.
28. Cuento especulativo
En el año 2089, las emociones se distribuían por decreto. La alegría era racionada. Pero una mujer descubrió cómo liberarla: recordó. Recordó una canción de infancia y rió tan fuerte que las cámaras colapsaron. El virus de la alegría se expandió. Y el sistema no supo cómo detenerla.
29. Lírica dramática
(En escena, una figura desnuda, cubierta de flores.)
—¿Quién eres?
—La que no esperabas.
—¿Por qué vienes?
—Porque dejaste de pedirme.
—¿Y qué traes?
—Lo que siempre fue tuyo.
(La figura baila. Fin.)
30. Descripción evocativa
La alegría olía a pan recién horneado, a ropa limpia en la cuerda, al primer sorbo de café. Se sentía como una sábana tibia, como el sol que se cuela por la ventana. Y sonaba como una carcajada que uno no esperaba.
31. Texto apocalíptico
Cuando todo acabó, no quedó piedra sobre piedra. Pero en medio del polvo, una niña encontró una flauta. Sopló. Y el sonido fue dulce. Los que escucharon, recordaron. Y por primera vez tras el fin, sonrieron. No fue redención. Pero fue comienzo.
32. Oráculo
No preguntes por qué ríes.
La alegría no se explica: se invoca.
Ella llega como lluvia sobre el metal caliente: impredecible, sonora, viva.
Y cuando te toca, todo lo demás se disuelve.