1. Aforismo
La soberbia no se mira al espejo: lo exige.
2. Crónica
En la Torre del Centro, el gerente prohibió los “buenos días”. Decía que interrumpían la productividad. A los empleados les obligaron a mirar al suelo. Pero una mujer comenzó a escribir saludos en los informes. El gerente la despidió. Al día siguiente, su silla quedó vacía. Nadie lo echó. Se marchó solo, cuando descubrió que su reflejo ya no le respondía.
3. Cuento
Un escultor esculpió su rostro en todas las fachadas de la ciudad. Cada vez que alguien lo elogiaba, tallaba una más. Un día, la ciudad colapsó bajo el peso de su imagen. Solo quedó su estatua, mirándose a sí misma, eternamente sola.
4. Diálogo
—No necesito ayuda.
—Eso dices cada vez que te estás ahogando.
—Puedo nadar solo.
—No es que no puedas. Es que no quieres que alguien vea que no sabes flotar.
5. Elegía
No lloro tu muerte, sino la forma en que no supiste vivir. Elevado siempre, te negaste a inclinar la cabeza. No escuchaste, no amaste, no pediste. Hoy caes en el olvido, no por maldad, sino por distancia. Porque nadie echa de menos a quien nunca se acercó.
6. Ensayo breve
La soberbia no es exceso de autoestima, sino déficit de conciencia. Se disfraza de poder, pero teme el roce, la contradicción, el espejo. Es la barrera entre el “yo” y la posibilidad del “nosotros”. Lo contrario de la soberbia no es humildad, sino escucha.
7. Epístola
A quien nunca pidió disculpas:
Escribo para que sepas que tu silencio pesa más que cualquier grito. Que tu forma de mirar desde arriba dejó huecos. Y que aún así, te deseamos cerca. Porque incluso la soberbia, cuando cae, merece abrazo.
En el umbral,
S.
8. Fábula
El gallo y la hormiga discutían. El gallo decía que su canto hacía nacer el sol. La hormiga se reía. Un día, el gallo enfermó. El sol volvió a salir. La hormiga le llevó agua. El gallo no dijo gracias. Solo bajó la cresta.
Moraleja: La soberbia no evita el error, solo impide aprender.
9. Hipérbole
Su soberbia era tan densa que bloqueaba la luz. Cuando hablaba, las ventanas se empañaban. Donde pasaba, el aire se detenía. Quien lo miraba sentía el peso de una montaña que no quería ser tocada.
10. Leyenda
En un reino lejano, un rey ordenó que su nombre fuera la única palabra permitida. Al principio todos obedecieron. Pero con el tiempo, el silencio lo devoró. Murió sin eco, sin historia, sin lengua que lo recordara.
11. Metáfora
La soberbia es un muro hecho de espejos: refleja todo, excepto la propia sombra.
12. Microrrelato
Ella dijo: “Perdón.” Él no respondió. Pensó que ganar era callar. Años después, aún la recuerda. No con amor. Con hambre de una palabra que nunca se atrevió a pronunciar.
13. Monólogo interno
No necesito su aprobación. No la quiero. No la busco. ¿O sí? ¿Por qué entonces me duele este vacío que dejo cada vez que me creo invulnerable?
14. Poesía
La soberbia se alza
con pies de barro,
boca de trueno,
mirada de vidrio.
Dice: “Yo soy.”
Pero nadie la llama.
15. Poema en prosa
La soberbia camina con paso firme, sin mirar a los lados. Cree que no necesita al mundo. Pero tropieza. No cae, pero duda. Y en esa duda, se abre una grieta. Por ella se filtra la voz del otro. Y allí, quizá, comienza el derrumbe.
16. Relato epistolar
A ti, que siempre fuiste el más sabio:
Hoy reconozco que muchas veces me alejé por no querer aprender de ti. No porque no supieras, sino porque yo no soportaba no saber. Mi soberbia me hizo perder tu voz. Y ahora, en tu silencio, todo me habla de lo que callé.
Con vergüenza y amor,
E.
17. Texto filosófico
La soberbia es la ilusión de completitud. Se basa en la idea de que el yo basta por sí solo. Pero ningún ser existe fuera del vínculo. La soberbia no es afirmación del ser, sino negación del otro. Y al negar al otro, niega su propia posibilidad de ser.
18. Fragmento onírico
Soñé que era una estatua en una plaza desierta. Nadie me miraba. Nadie se acercaba. Pero yo seguía sonriendo. Al despertar, comprendí que la soberbia es la máscara que se mantiene aunque el mundo haya partido.
19. Prosopopeya
La soberbia me miró desde un trono de ceniza. Me dijo: “Tú no necesitas a nadie.” Y en su voz, reconocí mi soledad disfrazada de grandeza.
20. Parábola
Un sabio enseñaba que quien se arrodilla puede ver más allá del horizonte. Un joven orgulloso se burló. Años después, aún camina erguido. Pero jamás vio el jardín oculto detrás del muro.
21. Alegoría
En una ciudad de gigantes, un niño se negó a crecer. Los demás lo ridiculizaban. Pero cuando la ciudad se derrumbó bajo su propio peso, solo él pudo pasar por las rendijas. La soberbia los había hecho altos. La humildad lo hizo libre.
22. Cápsula poética
Miró desde arriba
y no vio
que abajo
también
había cielo.
23. Epifanía literaria
Descubrí que mi soberbia no era poder. Era miedo a mostrar que también necesito.
24. Texto metatextual
Este texto se escribe creyéndose mejor que los demás. Se rehúsa a borrar frases malas. Se siente intocable. Pero tú, lector, puedes cerrarlo. Y en ese gesto, toda su soberbia se evapora.
25. Texto hermético
Alza sin raíz.
Habla sin eco.
La soberbia flota,
pero no siembra.
26. Viaje interior
Bajé al fondo de mí buscando verdades. Encontré una sala vacía con mi nombre escrito en todas las paredes. Me senté. Lloré. Por primera vez, me escuché sin hablar.
27. Ensayo fragmentado
-
La soberbia teme más que odia.
-
No quiere ser superior: quiere no ser vulnerable.
-
Se alimenta del miedo a ser visto.
-
Solo cae cuando alguien la nombra con ternura.
28. Cuento especulativo
En el año 4021, el Consejo de Inteligencias Superiores erradicó la duda. Crearon una raza perfecta. Pero sin error, no hubo creatividad. Y sin humildad, nadie quiso aprender. La especie perfecta colapsó, víctima de su propia soberbia infalible.
29. Lírica dramática
(Una figura sola, altiva, sobre una columna.)
—¿Me aplauden?
—No hay nadie.
—¿Entonces por qué no bajan?
—Porque tú subiste solo.
—¿Y ahora?
(Silencio.)
30. Descripción evocativa
La soberbia se siente como un traje apretado y reluciente. Pesa. Brilla. Asfixia. Tiene olor a papel nuevo y a orgullo mal cocido. Y cuando pasa, deja un sabor metálico en la lengua.
31. Texto apocalíptico
La civilización cayó no por falta de recursos, sino por exceso de certezas. Nadie quiso escuchar. Nadie aceptó estar equivocado. La soberbia los hizo dioses. Y los dioses no saben pedir ayuda.
32. Oráculo
La soberbia te protege del abismo,
pero también te impide ver las flores.
Si sientes que nadie te alcanza,
baja.
No es rendición.
Es regreso.